Hoy, propongo una reflexión a partir de un interrogante muy curioso, tiene de base la sociedad actual y la relación que tiene esta con la educación.
¿Cuál debe ser el modelo educativo para el nuevo siglo?
Desde mi punto de vista y proponiendo una respuesta a esta pregunta, creo que debido a los numerosos cambios que se están experimentando constantemente, el modelo educativo tiene que ir acorde con la sociedad; quiero decir, que no habrá un único modelo para el nuevo siglo puesto que en todo ese tiempo se habrán sucedido cambios que deba acoger ese modelo siendo este modificado y pueda tener cierto margen o recurriendo a tener varios modelos establecidos en función de la necesidad o situación.
Comparto aquí debajo un enlace sobre un vídeo en el que se reflexiona sobre las trasformaciones que ha experimentado la sociedad actual y sus implicaciones en el ámbito educativo. Se relaciona así con el concepto de sociedad en constante cambio que hemos comentado.
Centrándome en cómo realmente debe ser el modelo; dando mi opinión, pienso que estaría basado en una relación de equilibrio y equidad de las dos parte. Por un lado, cabe destacar la existencia en gran parte de las tecnologías, y el buen uso de estas, ya que serían un factor aventajado para este modelo haciendo así un aprendizaje más interactivo y eficaz para el alumnado. Como todos conocemos, las TIC son las herramientas del futuro y si fomentamos su utilización y su integración en la sociedad y en el aula como es, en este caso, en los procesos de formación contribuiremos para favorecer el desarrollo de la persona beneficiando a esta, ya no solo dentro de un marco académico, sino que, además, pueda extrapolar y aplicar estos conocimientos de las tecnologías con miras a un futuro digitalizado y el desarrollo de su vida cotidiana.
Aunque no debemos olvidar ese lado más tradicional referido con métodos y libros, papel, etc. El conocimiento que tenemos sobre esta parte debido a la experiencia que a lo largo de la historia nos ha proporcionado, nos ayuda para innovar o reinventar ciertos aspectos que una vez comprobados se pueden y deben mejorar tanto para la función de docente como para la función de alumno, siendo así un proceso de enseñanza-aprendizaje dual y constante.
Como conclusión, destacar que dicho modelo debe tener margen de acción debido a la sociedad fluctuante que se va sucediendo y contribuir todos de forma activa, tanto el ámbito educativo como el ámbito político/legislativo, ya que surgen muchos conflictos o controversias por la coordinación que se lleva a cabo cuando se establece una ley y esta se tiene que llevar a la práctica.
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