Uno de los agentes más importantes en el proceso social es la familia, ya que se convierte en el principal responsable del desarrollo integral de la persona, se le enseña a interiorizar normas, valores y formas de tal forma que pueda introducirse de lleno en la sociedad, para posteriormente formar parte de ella. La familia se convierte en un motor de cambio, que tiene que ajustarse en su estructura social, en sus principales responsabilidades y funciones. (Gómez, y Ordoñez, 2019).
La formación social del individuo es una parte muy importante para el desarrollo del carácter de la persona. Parte de dicha formación, se construye a través del proceso educativo, por eso mismo la educación se examina como un conjunto de influencias en el que toda la sociedad es partícipe de manera particular y distinta en cada individuo social. Por todo ello, es muy importante que la familia se involucre en la formación de sus miembros para que reciban un mismo conjunto de influencias, y de esta manera crear un desarrollo integral armónico. La familia debe educar mirando por la maduración completa y el crecimiento notable del individuo. (Ramos, y González, 2017)
Gracias al proceso de socialización entre seres humanos, el individuo puede verse inmerso en la sociedad, adquiriendo diferentes actitudes y fortaleciendo sus pensamientos de manera que así podrá crear una personalidad determinada, y se comportará de diferente forma en cada contexto social (Amador, Gómez, Londoño, Pérez, 2018).
La socialización consta de varias fases, vamos a comentar la más importante que es la fase primaria, también conocida como enculturación, ella consiste en el proceso de aprendizaje de las creencias, normas sociales, tradiciones y costumbres de la cultura en la que está inserto un individuo. El proceso socializador evoluciona durante el ciclo vital de las personas y se divide en tres etapas: (Baumrind, 1980. Agueldo, 1997. Codina, 2011)
- Etapa primaria: desde los 4 a los 14 años. La familia se convierte en el principal agente socializador, debido a la figura de apego que esta ha constituido con el niño. Los sujetos comienzan a desarrollar ciertos comportamientos asociados a la forma de actuar, comunicarse o aprender, además asimilan nuevos valores, creencias o conductas.
- Etapa secundaria: desde los 15 a los 25 años, es conocida como aculturación. La familia transfiere privilegios de agente socializador y comparte esta posición con los grupos sociales de los que el niño forma parte, estos pueden ser sus amigos, sus compañeros, sus profesores, etc.
- Etapa terciaria: desde los 25 años en adelante. El individuo estabiliza su crecimiento, aunque mantiene constante la interiorización de aspectos de la cultura, asume y se adapta a nuevos roles como son: el matrimonio, la paternidad, etc. A su vez, forma parte de etapas anteriores de otras personas.
Como hemos podido apreciar, la familia es considerada el primer agente socializador en la vida de los individuos debido a su gran importancia. Sin embargo, podemos concretar tres de los aspectos más significativos de dicho proceso de socialización. En primer lugar, debemos mencionar que consiste en un proceso continuo que se desarrolla a lo largo de toda la vida del sujeto. Además, es necesario que exista una interrelación continua entre el individuo y el entorno que lo rodea. Por último, dicho proceso de socialización ayuda a fomentar el desarrollo de la identidad social y personal de toda la población. (Robledo-Ramón., García., 2008)
Podemos señalar entonces que el papel importante de las familias en este proceso de socialización consiste en fomentar el buen desarrollo de sus hijos. Sin embargo, existen varios factores que también afectan de forma directa, estos son: biológicos, económicos, sociales y culturales. Todos ellos de forma conjunta, ayudan al desarrollo y evolución íntegra de la personalidad del sujeto. (Jalón y Zambrano. 2006).
Por todas estas razones mencionadas, dicho proceso consiste en una serie de etapas que implican continuas adaptaciones culturales por parte de los miembros de la sociedad en las que, en función de la etapa de desarrollo del sujeto, van cobrando importancia diferentes agentes socializadores. (Robledo-Ramón., García., 2008)
La sociedad de forma conjunta permite que el sujeto observe y se relacione con todo su ambiente más próximo, dando así lugar al desarrollo de sus habilidades y estructuras desde la infancia hasta la adultez. (Jalón y Zambrano. 2006).
Sin embargo, resulta de gran interés mencionar el cambio que a lo largo de los últimos años ha sufrido el vínculo entre padres e hijos, y es que actualmente dicha relación puede dar lugar a una incorrecta inclusión de los sujetos en la sociedad. Se piensa que dicho cambio negativo de la relación entre ambas figuras, puede estar generado por la dinámica social actual, la cual dificulta a la familia el acceso a información que le permita formarse y transferir sus experiencias y conocimientos a las generaciones posteriores y dar lugar así a una correcta incorporación social (Toro, y Gallardo. 1994).
Además de la información expuesta, os propongo el acceso al repositorio para un texto completo de los informes que más temas recoge y que más completo está, en el que se abordan más temas relacionados con este, puesto que me parece que tiene una importancia considerable con respecto a nuestra profesión. También, nos ayuda a nosotros y nos pone en contacto en base a la perspectiva de los hijos/alumnos y de la propia familia. Supone un "escalón más de nuestra escalera" para facilitar y favorecer de forma efectiva y con buen clima la relación que tenemos que establecer entre todas las partes: alumno-profesor-padres/madres.
http://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/24704
"La virtud de los padres es una gran dote" (Horacio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario